Cuando decidí hacerme un blog lo hice porque me gusta escribir. Me gusta mucho, realmente. Escribir y leer han sido y son las actividades que más y mejor me han acompañado a lo largo de mi vida. Me han ayudado a escapar cuando necesitaba hacerlo, a encontrar realidades que desconocía, a redescubrirme a mi misma o a aclarar mi pensamiento. Se puede decir que soy una enamorada de las letras.
Escribir es, creo, una de las cosas más personales que existen. Se puede conocer mucho de una persona leyendo lo que escribe. Incluso si lo que hace es transmitir pensamientos de otras personas. La forma en la que nos expresamos transmite en ocasiones incluso nuestro estado de ánimo. Están los que se refugian en la ironía, en el humor negro, en el pesimismo (o por el contrario en el absoluto optimismo). Los hay que son crudos, o increiblemente directos...Pero todos somos un filtro, al fin y al cabo, por el que la información cobra otra forma, la que nosotros le damos, queramos o no, inevitablemente. Lo que salga de nuestra mano nos ha recorrido por completo antes de salir. Observamos el mundo, y nos expresamos después de hacerlo.
Recuerdo haber leido, aunque no recuerdo dónde, que vivir es "expresarse". Cada una de las cosas que hacemos es una reivindicación de nuestra identidad. A mi me encanta observar a mi alrededor. Se aprende mucho mirando, escuchando, leyendo. Las diferentes reacciones de diferentes personas ante un mismo hecho, cómo enfocan las cosas, y cómo las comunican.
Estamos rodeados de riqueza, la riqueza del silencio, la riqueza de la palabra, de la expresión y de la vida. La riqueza del tiempo. La riqueza del ser.
Escribir es, creo, una de las cosas más personales que existen. Se puede conocer mucho de una persona leyendo lo que escribe. Incluso si lo que hace es transmitir pensamientos de otras personas. La forma en la que nos expresamos transmite en ocasiones incluso nuestro estado de ánimo. Están los que se refugian en la ironía, en el humor negro, en el pesimismo (o por el contrario en el absoluto optimismo). Los hay que son crudos, o increiblemente directos...Pero todos somos un filtro, al fin y al cabo, por el que la información cobra otra forma, la que nosotros le damos, queramos o no, inevitablemente. Lo que salga de nuestra mano nos ha recorrido por completo antes de salir. Observamos el mundo, y nos expresamos después de hacerlo.
Recuerdo haber leido, aunque no recuerdo dónde, que vivir es "expresarse". Cada una de las cosas que hacemos es una reivindicación de nuestra identidad. A mi me encanta observar a mi alrededor. Se aprende mucho mirando, escuchando, leyendo. Las diferentes reacciones de diferentes personas ante un mismo hecho, cómo enfocan las cosas, y cómo las comunican.
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