Quiero presentaros a mi ídola. Cuando sea mayor quiero ser como ella. La cara de su sufrido padre cada vez que tiene que enfrentarse a una de sus preguntas es un poema. Os hablo de Mafalda.
Conocí esta gran obra de Quino a través de mi iniciador a la lectura, mi padre (recuerdo perfectamente los cuentos que me leia antes de que me durmiera, había uno de unos osos que viajaban por el mundo y se montaban en globo, en tren, era genial). El libro de Mafalda estaba en la salita, junto a uno que se llamaba algo así como "Mi bebé" y una colección de recetas de Pronto. Tengo que decir que en cuanto aprendí a leer comenzé a devorar toda lectura que encontraba a mi paso. Obviamente, aquel gigantesco libro cuya portada era una niña que leía, no podia pasarme desapercibido.
Así que con aproximadamente 5 años, empezé a leer las historias de Mafalda. No entendía casi nada, pero aún así me gustaba. Con el paso del tiempo su humor ácido y su constante crítica se convirtieron en imprescindibles en mi estantería.
¡Todos los niños deberían ser como ella!
Entrada más reciente Entrada antigua Inicio
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Hola!, encontré de casualidad tu blog y me ha gustado muchisimo =)!
En finn que te enlazo si quieres! un saludo!!
Cass dijo...
10 de febrero de 2009, 17:59